domingo, 14 de marzo de 2010

El emperador gladiador: Cómodo


Lo primero que hizo Cómodo cuando asumió el poder, en el año 180 de nuestra era tras la muerte de su padre, el emperador Marco Aurelio, fue acabar de forma precipitada con la guerra contra los marcómanos y cuados para regresar lo antes posible a Roma y dedicarse en cuerpo y alma a los combates de gladiadores, las carreras de carros y las juergas. Tenía 19 años.

El hijo de un ejemplar emperador no heredó su templanza; sumió al imperio en un baño de sangre y gobernó con despotismo. En su delirio homicida llegó incluso a realizar sacrificios humanos en honor al dios Mitra. Mientras, se dedicaba a bajar a la arena del anfiteatro para presentarse ante la plebe vestido como el dios griego Hércules. Abandonó su palacio para formarse en una escuela de gladiadores (Muy Especial. La Roma Clásica; varios)

Los rivales tenían el mandato de dejarse matar por él. Su salario como gladiador, mucho más elevado que el de sus colegas, se pagaba con fondos públicos. Participó en más de 700 combates, todos ellos saldados con victorias, claro está. Dión Casio y los autores de la Historia Augusta escriben que era un experto arquero, capaz de abatir a soldados enemigos a galope y sin errar un tiro. En una de sus apariciones en la arena del anfiteatro se enfrentó a una pantera a la que venció en singular combate.

Harén con mancebos

A menudo, el emperador ordenaba que los soldados que habían perdido algunos de sus miembros durante la guerra fueran maniatados y se les colocara en el centro del anfiteatro, donde los asesinaba con una espada. Lo mismo ocurría con los ciudadanos de Roma que perdían sus pies debido a accidentes. 


Jugador, bebedor y propietario de un harén de 300 muchachas y 300 jovencitos, cuando un esclavo le llevó el agua demasiado caliente para el baño, Cómodo ordenó que fuera arrojado vivo a un horno (239 anécdotas de la antigua Roma; varios)

Le dominaba el pánico por morir asesinado, sobre todo después de que su hermana Lucila urdiera un complot para asesinarle apenas dos años después de subir al trono. Le costó la vida y dio inicio a un periodo de terror en el que abundaron las masacres de familias enteras por cualquier sospecha.

Finalmente, otro complot ideado por su concubina Marcia, su camarero Eclecto y Leto, jefe de la guardia pretoriana acabó con la vida de Cómodo a los 31 años en el 192. De esta forma finalizó la dinastía de los Antoninos y comenzó el periodo más anárquico de la historia del Imperio Romano hasta la llegada al poder de Septimio Severo (Historia Universal. Edad Antigua. Roma; Julio Mangas)