sábado, 9 de enero de 2010

Un artista sádico en el trono: Nerón (y II)



El infortunio de Nerón como emperador ya surge con la descripción que hace de él el historiador Suetonio: “su cuerpo estaba cubierto de manchas y era maloliente. En su acicalamiento mostraba falta de dignidad”. La vanidad del sucesor de Claudio al frente del imperio actuó, sobre todo, en el mundo del espectáculo.

Es el único emperador que creó un cuerpo especial encargado de su elogio continuo. La tropa de los Augustiani estaba compuesta por 5.000 caballeros romanos que, según otro historiador, Tácito, "pasaban los días y las noches haciendo resonar sus aplausos, alabando su voz y belleza en términos reservados a los dioses".

Mientras Nerón cantaba en los teatros, no estaba permitido al público salir del recinto. Algunas mujeres dieron a luz durante sus espectáculos. Espiaba, tendía trampas, difamaba y sobornaba a sus adversarios teatrales que tenían más talento que el propio emperador. Para conservar su voz no dirigió jamás una arenga a sus soldados, sino por boca de otros y sin estar presente. (Los doce césares. Del mito a la realidad; Régis F. Martin)

Aparte de su colosal proyecto de la Domus Aurea, el emperador tenía en mente construir un gigantesco canal desde Campania a la desembocadura del Tíber de 250 kilómetros de largo a través de una cadena de montañas obligando a esclavos y convictos con trabajos forzosos. Ya de noche, disfrazado, vagabundeaba por los barrios golpeando a la gentes que venían de una comida; les arrojaba a las cloacas si se resistían.

Vicios sexuales

Cómo no, los desenfrenos sexuales también formaban parte de la vida de Nerón. Según los historiadores Suetonio, Dión Casio y Aurelio Víctor, el emperador, vestido con una piel de animal feroz, se abalanzaba desde una jaula precipitándose sobre las partes nobles de hombres y mujeres atados a un poste.

Además de sus relaciones con jovencitos de noble familia y mujeres casadas, violó a una virgen vestal. Deseó incluso tener contacto carnal con su madre Agripina, y sus detractores afirmaban que siempre que iba en litera con ella se sometía al incesto. (Historia y vida de los Césares; Suetonio)

Su superstición y temor a las conjuras por derrocarle del poder eran tal que veía signos del destino en los acontecimientos más simples: la bruma, el paso de un cometa, las obras de arte vistas en sus viajes,… Los gastos desaforados que vaciaron las arcas del imperio y la tiranía que ejerció el emperador suscitaron las revueltas allende las fronteras que finalmente acabaron con su poder.

El Senado le declaró enemigo del Estado.Ah, qué artista muere conmigo!", sollozó poco antes de clavarse una daga en la garganta. Era el fin de Nerón como emperador romano a los 32 años de edad.